La operación de varices en las piernas se realiza generalmente bajo anestesia general, por lo que estará dormido e inconsciente durante todo el procedimiento. La operación más frecuente (ligadura safenofemoral) es donde se hace una incisión en la ingle en la parte superior de la vena varicosa principal. Luego se desconecta donde se encuentra con las venas más profundas (vena femoral). La vena varicosa principal (la vena safena mayor) en la parte interna de la pierna es luego retirada.
La realización de la operación de desmontaje es beneficiosa en términos de la apariencia general, la función venosa y el consiguiente riesgo de venas varicosas recurrentes. La sangre todavía puede fluir a lo largo de las venas más profundas de la pierna. El corte en la ingle se cierra con un punto. La cirugía moderna de la vena varicosa, con el uso de la ecografía y del ultrasonido, está muy alejada de los procedimientos realizados en el pasado.
La operación de várices ha demostrado ser clínicamente eficaz y beneficiosa. En un estudio del Reino Unido, el 88% de los pacientes se mostraron satisfechos con los resultados de su cirugía inicial, incluso después de 11 años. Un estudio reciente realizado por especialistas también ha demostrado los beneficios de la cirugía venosa superficial en la calidad de vida.
Esta cirugía sigue siendo el estándar de oro contra el cual otras técnicas modernas deben ser juzgadas y en la actualidad no hay buenas comparaciones. Los resultados de la operación para las venas varicosas pueden variar. En general, una evaluación detallada preoperatoria seguida de una cirugía dirigida a las fuentes de alimentación del reflujo de las venas varicosas es lo que produce un mejor resultado. La evaluación y la cirugía deben ser realizadas por un especialista vascular.